El gusano epónimo de este cortometraje está frustrado con su identidad y le gustaría ser otra cosa. Intenta hacerse amigo de un par de orugas, pero no logra realizar con éxito su metamorfosis en mariposas. Incluso hace un par de alas con hojas de amapola, pero no puede volar y es perseguido por pájaros. En un estado de tristeza, saca un trozo de papel y revela que la mariposa no es el primer animal que ha querido imitar; el siguiente de su lista es un erizo. Esta dulce animación trata de aceptarte a ti mismo por lo que eres, en lugar de intentar ser algo que no eres. La película ofrece una buena oportunidad para considerar temas como la inclusión y la celebración de la diversidad. Desde una perspectiva ambiental, también existe la posibilidad de analizar el papel de los gusanos en el medio ambiente, así como su necesidad para una agricultura exitosa.

