Una persona mayor vive en una hermosa cabaña junto a la playa y pasa el tiempo pintando el mar más allá de la ventana. Sin percatarse de ello, un niño se esconde en la cabaña. El niño entra en pánico al ver las pinturas del mar. Corre desde la casa hacia el embarcadero, donde su verdad se vuelve clara para el espectador: quedó huérfano después de un accidente durante una travesía en el océano en una noche oscura y tormentosa. Revive el recuerdo en una impresionante y dramática secuencia visual en alta mar. Mientras se hunde en las tortuosas profundidades del océano, una mano se extiende para ayudarle: el anciano lo saca de su angustia y le ofrece amabilidad y solidaridad. Aunque esta película no trata explícitamente sobre la crisis migratoria, su identidad como refugiado huérfano es palpable para el espectador atento. Esto ofrece pistas claras para el debate sobre los graves temas relacionados con este problema social contemporáneo. Contiene escenas que pueden herir la sensibilidad de algunos espectadores.