Este animado cortometraje está realizado en Francia pero representa la cultura británica. Lo que comienza cuando el sombrero de la Reina se lanza al viento se convierte en una loca carrera por Londres para uno de sus obedientes guardias, acompañado por su devoto perro corgi. Aunque la película es ligeramente patriótica, hay importantes significantes de desigualdad y heterogeneidad que acompañan a la fiel persecución del guardia: un vagabundo se sienta en un saco de dormir contra la pared; un punki frunce el ceño en un parque mientras el guardia pasa corriendo. La película también destaca por sus referencias a la importancia de Londres como ciudad multicultural. Si bien la narrativa del guardia pomposo persiguiendo el sombrero con el corgi es convincente y divertida, algunos espectadores pueden preguntarse si el relato real de la película está oculto en estos personajes menores que encontramos en el camino. Esta película también proporciona una forma clara de debatir sobre las capitales y la realeza, así como la historia y resonancia de estos dos conceptos. (Contiene cigarrillos).