
Este libro de ilustraciones es, junto con Bokstavsbarn, el único texto del corpus que trata el tema de la discapacidad. Es el único trabajo que representa la sordera. La historia muestra un día feliz y normal en la vida de una joven. Algún problema aparece en la narrativa cuando se desata una pelea en el patio de recreo. La niña detiene la pelea y se hace amiga de la víctima. Él la visita para tomar un té y la pareja se une. Es posible que los lectores deban mirar el trabajo varias veces antes de identificar qué diferencia hay entre su protagonista y los otros personajes. El título puede proporcionar una pista de que ella es sorda. Manejado con sensibilidad, este trabajo se convierte en un buen ejemplo para debatir sobre la discapacidad. Como historia, es una magnifica representación de la amistad, la resolución de conflictos y el empoderamiento. Una vez que se comprende la discapacidad, se puede volver a leer para considerar las representaciones de los sentidos que surgen en cada página: las ilustraciones logran transmitir la experiencia de oler, saborear, sentir y escuchar de una manera que la mayoría de los textos visuales no abordan.