El director sueco Guldies utiliza elementos metaficcionales para ensamblar esta película, en la que el espectador está constantemente al tanto de la producción que lo rodea. Una mesa está configurada como un set, con dos lámparas a cada lado para iluminar la escena de una casa, un árbol, un estanque y un pozo. Una mano humana de la vida real – la del director, suponemos – se mete en el set para manipularlo. El director incluso va a pescar en el estanque y fríe el pescado que atrapa sobre un fuego en el jardín de la casita. Esta encantadora película permite a los espectadores pensar en el hogar y el sustento. ¿Qué necesitamos para sentirnos como en casa? ¿Qué necesitan nuestras comunidades para funcionar? ¿Y cómo de conscientes somos de estas características cuando vivimos nuestra vida diaria?
Ver esta película como parte del Programa de Aprendizaje de Alfabetización Cultural (12 a 15 años).